¿Para qué se utiliza el HEMP?

Desde hace mucho tiempo, la cannabis ha sido conocida gracias a su subproducto versátil: el cáñamo, también llamado HEMP en inglés. Esta variedad, a menudo ignorada por los cultivadores que buscan más concentración en THC, se ha revelado como una fuente invaluable en diversas industrias, como la medicina, la nutrición y la agricultura.

Mientras que el cogollo, flor,  de la sativa se centra en el THC, el tallo, conocido como cáñamo, se destaca por sus numerosos usos.

Es esencial destacar que el HEMP contiene menos del 0.3% de THC, lo cual no es suficiente para inducir efectos psicoactivos. Por ello, las semillas se han convertido en una valiosa fuente de proteínas, omega-3 (beneficioso para el corazón y los vasos sanguíneos), vitaminas y minerales como la vitamina B6, fósforo, magnesio y potasio.

Las aplicaciones del cáñamo no se detienen ahí. En el ámbito médico, cremas de CBD derivadas del cáñamo se utilizan en el tratamiento de diversas afecciones cutáneas, artritis, úlceras e irritaciones. Las semillas pueden procesarse para obtener aceite o polvo, que puede ser utilizado de manera similar a la proteína convencional en la preparación de comidas, snacks o suplementos para el gimnasio.

Además, el tallo del cáñamo genera fibras resistentes, utilizadas históricamente en la industria textil para la fabricación de ropa, cuerdas, lonas, zapatos, y más. Esta fibra también puede ser utilizada para la creación de bioplásticos resistentes y biodegradables, siendo una alternativa sostenible en la industria automotriz y la construcción.

En la actualidad, se exploran usos innovadores del cáñamo, como la generación de biodiésel para su aplicación como combustible. Este recurso versátil, con su capacidad para crear desde productos textiles hasta soluciones ecológicas para la construcción, demuestra que el cáñamo no solo es parte de nuestra historia, sino también una clave para un futuro más sostenible.

El Cáñamo en la agricultura y medio ambiente

En el vasto panorama agrícola, el Hemp se posiciona como una de las plantas de mayor relevancia para la cosecha, desplegando su influencia en una red de aplicaciones que trascienden las ya mencionadas. Su presencia en los campos no solo conlleva beneficios tangibles e inmediatos, sino que también desempeña un papel esencial en la revitalización y purificación de nuestros recursos fundamentales: el suelo y el agua.

Más allá de ser simplemente una fuente de cosecha, el Hemp se revela como un aliado valioso en la mejora de la salud general de los ecosistemas agrícolas. Su capacidad para nutrir y purificar va mucho más allá de sus productos derivados. Actúa como un agente revitalizador, contribuyendo a la restauración de la fertilidad del suelo y participando activamente en la limpieza de impurezas presentes en el agua.

Esta planta, a menudo subestimada, no solo beneficia a los agricultores en términos de rendimiento de cultivos, sino que también actúa como una suerte de guardiana ambiental. La filtración de aguas residuales y la absorción de excesos de fósforo en residuos avícolas son solo dos ejemplos de su capacidad para mejorar la calidad del agua, asegurando así un ciclo sostenible en la producción agrícola.

En el ámbito más amplio, el Hemp se destaca por su contribución a la fito remediación, un proceso de vital importancia en la recuperación de suelos contaminados, como ha quedado demostrado en áreas afectadas por radiación como en Chernóbil y Almería. Esta habilidad única de la planta para absorber y eliminar contaminantes del suelo la convierte en una herramienta valiosa en la restauración de ecosistemas dañados.

El Hemp no solo es una pieza clave en la cosecha, sino también un protagonista indiscutible en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la revitalización de entornos degradados. Su influencia va más allá de los límites de los campos de cultivo, alcanzando una importancia que trasciende lo convencional en el ámbito agrícola contemporáneo.

Aquellos que cultivan sativa o índica se enfrentan a la tarea meticulosa de controlar factores como temperatura, humedad, ingesta de nutrientes, y mantener un seguimiento estricto para preservar los cannabinoides en sus cultivos. Por otro lado, el Hemp demuestra ser más indulgente en su crecimiento, requiriendo menos agua y sin necesidad de productos químicos o fertilizantes.

¿Por qué nadie está cultivando Hemp?

¿Por qué, si el Hemp es tan beneficioso y posee tantas aplicaciones, no se cultiva de manera más extensa? Esta interrogante se presenta de manera natural y la respuesta, en realidad, encuentra su raíz en los profundos tabúes y malentendidos que aún prevalecen en torno a la marihuana. A pesar de su increíble y diverso potencial, la asociación preponderante de esta planta con sus efectos psicoactivos ha moldeado una percepción que la ha envuelto en un estigma persistente.

La marihuana, lamentablemente, ha sido objeto de controversias exacerbadas por el narcotráfico y las políticas de algunos gobiernos, contribuyendo así a la reticencia generalizada para su aceptación. La vinculación histórica de la marihuana con el consumo recreativo ha eclipsado sus innumerables aplicaciones beneficiosas en ámbitos como la medicina, la industria textil, la nutrición, y más. Este estigma se ha arraigado en la mentalidad colectiva, llevando a muchos a pasar por alto los beneficios prácticos y sostenibles que la planta podría aportar a diversas industrias.

Es crucial reconocer que la planta, en su forma de cáñamo, presenta un espectro mucho más amplio de aplicaciones que van más allá de sus connotaciones recreativas. La falta de información precisa y educación sobre sus propiedades no psicoactivas ha perpetuado una visión limitada de sus posibilidades. Si bien la planta podría desempeñar un papel significativo en la economía sostenible y en la mitigación de problemas ambientales, los estigmas arraigados han frenado su adopción generalizada.

No obstante, hay un cambio en la percepción a medida que la investigación y la conciencia pública crecen. La esperanza reside en que, con el tiempo, la marihuana pueda liberarse de las ataduras estigmatizadas que la han limitado y ser reconocida por su verdadero potencial beneficioso. La evolución de las políticas y una comprensión más profunda de sus aplicaciones podrían allanar el camino para una aceptación más generalizada, permitiendo que el Hemp florezca y contribuya plenamente a diversas esferas de nuestra sociedad.

A pesar de estos desafíos, hay un optimismo palpable de que en el futuro, estos temas podrán discutirse sin tanto estigma o penalización. Los resultados obtenidos hasta ahora son alentadores, y la conciencia sobre los innumerables beneficios del Hemp están creciendo.

¿BENEFICIOS MEDICINALES DEL HEMP? 

El cáñamo, o hemp en inglés, ha sido utilizado con fines medicinales durante miles de años. Aunque la investigación sobre sus beneficios está en curso, se ha descubierto que el hemp contiene varios compuestos que podrían tener propiedades medicinales. Aquí hay algunos de los posibles beneficios medicinales del hemp:

  1. Cannabinoides: El hemp contiene compuestos llamados cannabinoides, siendo el cannabidiol (CBD) uno de los más estudiados. El CBD no tiene propiedades psicoactivas y se ha asociado con una variedad de beneficios para la salud, incluyendo el alivio del dolor, la reducción de la ansiedad y el estrés, y la mejora del sueño.
  2. Antiinflamatorio: Se ha sugerido que los cannabinoides presentes en el hemp pueden tener propiedades antiinflamatorias, lo que podría ser beneficioso para tratar condiciones inflamatorias crónicas como la artritis.
  3. Neuroprotección: Algunos estudios han indicado que el hemp y sus cannabinoides podrían tener propiedades neuroprotectoras, lo que podría ser beneficioso en condiciones neurológicas como la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple.
  • 4. Alivio del estrés y la ansiedad: El CBD ha demostrado tener efectos ansiolíticos, lo que significa que puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés.
  • 5.Trastornos del sueño: Se ha investigado el potencial del hemp para mejorar la calidad del sueño y aliviar trastornos del sueño como el insomnio.
  • 6. Epilepsia: El CBD ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) como tratamiento para ciertos tipos de epilepsia, demostrando su eficacia en reducir las convulsiones.
  • 7. Propiedades antioxidantes: Algunos componentes del hemp tienen propiedades antioxidantes, lo que puede ayudar a combatir el estrés oxidativo y promover la salud general.

Es importante destacar que la investigación sobre los beneficios del hemp está en curso, y se necesitan más estudios para comprender completamente su potencial médico.

La legalidad del hemp y sus derivados, como el CBD, varía según la región, por lo que es esencial verificar las leyes locales antes de usar productos de hemp con fines medicinales, como lo es UltraCell  de Zilis. Este producto está disponible en aceite de cáñamo de espectro completo, que contiene los más finos ingredientes en el mercado.

UltraCell™ fue desarrollado con exclusiva tecnología que mejora la biodisponibilidad en el organismo, según las conclusiones de un estudio clínico. El equipo de expertos de Zilis extrae cuidadosamente el perfil completo del aceite de la planta de cáñamo y remueve el tetrahidrocannabinol (THC). Así, cada botella de UltraCell™ contiene fitocannabinoides, terpenos y más.

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