¿Sabes de dónde proviene la planta de cannabis, todos los desafíos que ha tenido que enfrentar y por qué se ha vuelto un tema tan importante en la actualidad?
Hace millones de años atrás, el Cannabis se originó, convirtiéndose en una de las plantas más conocidas en todo el mundo.
Aquí te presentamos cómo pasó de ser una humilde maleza a convertirse en la favorita de todos, bueno… la planta favorita.
El origen de Cannabis sativa en estado salvaje ha sido motivo de debate durante años. Según un estudio de 2018 publicado en Cannabis and Cannabinoid Research, la determinación del momento en que la especie evolucionó por primera vez resultó complicada debido a la falta de registros fósiles. Sin embargo, al examinar las tasas de mutación del ADN, los científicos pudieron deducir que el género Cannabis evolucionó hace aproximadamente 27.8 millones de años. Curiosamente, su pariente más cercano es el género Humulus, que incluye la planta de lúpulo utilizada para hacer cerveza.
Los científicos estudiaron granos de polen fosilizado para obtener más pistas sobre la evolución de la especie. Dado que el polen de Cannabis es notablemente similar al de su pariente Humulus, los botánicos utilizaron el hábitat para determinar cuál era cuál en el registro fósil. Concluyeron que el ancestro salvaje de la Cannabis sativa moderna probablemente evolucionó en el noreste del Tíbet, en lo que ahora es China.
Se cree que este entorno de alta altitud dio origen a los famosos cannabinoides de la planta, ya que estas sustancias protegían a la planta tanto de la luz solar como de los herbívoros de la pradera, como caballos y roedores.
Según un estudio de 2022 publicado en Perspectives in Plant Ecology, Evolution, and Systematics, la especie se propagó a través de animales y vías fluviales, expandiendo y contrayendo su área de distribución con eventos glaciales. Estos eventos probablemente provocaron la separación de la Cannabis indica, considerada por la mayoría de los botánicos como una subespecie, hace aproximadamente 1.05 millones de años. Lamentablemente, según un estudio de 2021 publicado en Science Advances, el ancestro salvaje del cannabis probablemente se ha extinguido.
Cultivo Humano
La humanidad descubrió rápidamente los numerosos beneficios de la Cannabis sativa, aunque sus primeros usos fueron prácticos en lugar de recreativos. Según un estudio de 2021 publicado en Science Advances, la genética indica que la Cannabis sativa moderna se separó de su ancestro salvaje hace unos 12,000 años en lo que hoy es Mongolia y China, lo que sugiere que aquí comenzaron los procesos de crianza selectiva y domesticación. Esto la convierte en una de las primeras plantas cultivadas.
El este de Asia se considera un foco de domesticación de plantas y es el lugar de origen de muchos cultivos modernos, como arroz, soja, albaricoques, sorgo y melocotones.
Según un estudio de 2006 publicado en Cell, la domesticación modifica rasgos favorables existentes en plantas silvestres para adaptarlos mejor a las necesidades humanas. En el caso de la Cannabis sativa, inicialmente se criaron por sus semillas oleaginosas, que se utilizaban como cultivo alimentario. Más tarde, la crianza selectiva produjo plantas más altas con fibras de tallo, que se utilizaban para fabricar textiles como papel, cuerda y tela.
Según un estudio de 2019 publicado en Science Advances, los niveles de componentes psicoactivos en la Cannabis sativa cultivada temprana eran bajos, lo que indica que aún no se valoraba como planta medicinal. Determinar cómo y dónde se desarrollaron las diferentes variedades de la especie a lo largo de la historia es un desafío, como señala un estudio de 2022 publicado en Perspectives in Plant Ecology, Evolution, and Systematics. Es posible que haya habido múltiples sitios de domesticación, incluido uno en Europa entre el mar Caspio y el mar Negro.
El Islam y el Cannabis
Otro grupo que adoptó la Cannabis sativa fueron los musulmanes. El Islam comenzó hace unos 1,400 años en lo que hoy es Arabia Saudita. Según un estudio de 1982 publicado en el Bulletin of the New York Academy of Medicine, la Cannabis sativa se asoció por primera vez con el Islam hace unos 1,000 años, cuando las sectas persas e iraquíes en el borde oriental del Imperio Islámico probaron la droga.
Siglos más tarde, el cannabis, llamado hachís en árabe, era común en la cultura islámica. El Corán, el libro sagrado del Islam, no lo prohibía expresamente como lo hacía con el alcohol, así que cada vez más musulmanes comenzaron a consumir la droga comestible. Los sufíes, una facción mística del Islam, afirmaban que el hachís traía iluminación y una conexión más estrecha con Allah, extendiendo rápidamente la planta por todo el Medio Oriente. Los musulmanes también valoraban el cannabis por sus propiedades medicinales, utilizándolo para estimular el apetito y aliviar desde la epilepsia hasta el dolor y la caspa.
El viaje por mar convirtió a la Cannabis sativa en un fenómeno global, facilitado por el grupo más conocido por sus hazañas marítimas: los vikingos. Los fieros vikingos escandinavos dominaron Europa desde el siglo IX hasta el XI, utilizando sus avanzadas habilidades náuticas para navegar en sus largos barcos hacia nuevas tierras que luego conquistarían. Y a lo largo de sus viajes, llevaban consigo un suministro de marihuana.
Según un estudio de 2014 publicado en Geographical Review, se encontraron semillas de Cannabis sativa a bordo de barcos vikingos a mediados del siglo IX, hace más de 1,000 años. Pero, ¿qué hacían los bárbaros navegantes con la planta? Un estudio de 2013 publicado en Scientific Reports señala que las fibras de cáñamo eran especialmente útiles para hacer cuerdas y velas, dos elementos esenciales para la navegación marítima. También se utilizaba en elaborados tapices escandinavos, probablemente porque producía mejores fibras que el lino cuando se cultivaba en el rico suelo nórdico en nitrógeno.
Los vikingos también aprovecharon los beneficios medicinales de la planta. Usaban cannabis para tratar el dolor en sus viajes, como el derivado del parto y los dolores de muelas. Hasta la fecha, no hay evidencia sólida de que los vikingos participaran en los aspectos psicoactivos de la planta, aunque en 2018 se descubrió polen de cannabis en un antiguo puesto avanzado vikingo en Terranova, Canadá, lo que significa que lo llevaron más lejos y más amplio de lo que los investigadores pensaban anteriormente.
Llegada al Nuevo Mundo
Solo era cuestión de tiempo antes de que la Cannabis sativa llegara al Nuevo Mundo. Sorprendentemente, su introducción generalizada más temprana fue estrictamente comercial. Los europeos que colonizaban el Nuevo Mundo se centraban predominantemente en utilizar la vasta extensión de tierra sin desarrollar para cultivar cáñamo y hacer cuerdas, velas y otros textiles para el envío al extranjero.
Incluso promulgó una ley que requería que todos los colonos estadounidenses plantaran cultivos de cáñamo, a partir de 1619. La planta prosperó en el suelo del Nuevo Mundo, creciendo mucho más alto que en Inglaterra. Así, la Cannabis sativa se convirtió en el primer cultivo ampliamente cultivado en América, sus semillas iniciales plantadas nada menos que por los puritanos, un grupo religioso inglés conocido por su estricto código moral. Más tarde, George Washington también probó suerte en el cultivo de cáñamo.
El cáñamo se entrelaza en el tejido mismo de la América temprana. Desde la ropa hasta el papel y hasta la cuerda del verdugo, todo era derivado del cáñamo, y en un momento dado, la planta fibrosa se podía usar en lugar de dinero o incluso como boleto de viaje al extranjero. Fue el tercer cultivo más grande de la nación hasta finales del siglo.
