Hoy traemos una entrega con mucha sinceridad, especialmente para aquellos amigos que han experimentado la autocrítica y la culpa al consumir cannabis. Esto es algo que he observado en muchos consumidores, y estoy convencido de que la mayoría, si no todos, han pasado alguna vez por ese ciclo de negación y frustración. Ese momento en el que piensas que estás haciendo algo “malo” y que deberías dejarlo, y terminas sintiéndote culpable por disfrutar de algo que realmente te gusta.
Seamos realistas: ¿quién no ha intentado dejar el cannabis alguna vez, ya sea temporalmente o con la intención de hacerlo para siempre? Esa duda surge de la idea de que tal vez consumir no es lo mejor. Pero, a pesar de nuestros esfuerzos, muchos terminamos volviendo a consumir. Esto me lleva a preguntarme: ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué nos sentimos culpables por algo que, en el fondo, disfrutamos?
Para entender mejor este fenómeno, quiero que nos enfoquemos en tres pilares:
- Por qué surge la duda y la culpa al consumir.
- Qué sucede durante el proceso de intentar dejarlo.
- Cómo lidiar con lo que viene después.
Y al final, también exploraremos algunas recomendaciones para superar el síndrome de abstinencia y cómo el CBD puede ser de gran ayuda en este proceso.
Pilar 1: La Culpabilidad y la Influencia Social
La sensación de culpa al consumir cannabis no surge de la nada. En gran medida, esto se debe a los prejuicios y la percepción negativa que la sociedad ha construido alrededor del cannabis y otras sustancias. Es increíble cómo la palabra “droga” de inmediato evoca algo peligroso, algo que altera nuestra percepción de una forma indeseable. Sin embargo, existen muchas sustancias que afectan nuestra conciencia y percepción, y son completamente legales y aceptadas, como el alcohol o incluso el azúcar.
¿Por qué entonces es socialmente aceptable consumir alcohol, a pesar de sus efectos perjudiciales bien documentados, mientras que el cannabis sigue siendo tan criticado? La respuesta, en parte, se encuentra en la aceptación social. Nadie ve con malos ojos que alguien tome una cerveza o un café, pero si ven a alguien usando cannabis, la percepción cambia radicalmente. Esto se debe a una historia larga de prejuicios y políticas que han influido profundamente en la forma en que la sociedad percibe el cannabis.
El rechazo hacia el cannabis tiene raíces profundas en prejuicios raciales y en estrategias políticas de control. En Estados Unidos, por ejemplo, se asoció el consumo de cannabis con comunidades inmigrantes y marginadas, lo que ayudó a crear la imagen pública de que era una sustancia “mala” y “peligrosa.” Esta asociación negativa ha perdurado, y es por eso que muchos consumidores enfrentan una sensación de culpa cuando consumen.
Para liberarnos de esta culpabilidad, es fundamental desarrollar un criterio propio y no dejarnos llevar por los estigmas sociales. Informarse, investigar y entender el verdadero potencial y los riesgos del cannabis nos permite tomar decisiones más conscientes y liberar esta carga emocional negativa.
Pilar 2: El Proceso de Intentar Dejar el Cannabis
Cuando intentamos dejar de consumir cannabis, muchos experimentamos un ciclo de intentos fallidos, que a menudo se interpretan como “falta de voluntad” o “adicción.” Pero, en realidad, se trata de algo mucho más complejo. Para muchos, el consumo de cannabis es una parte de su rutina y de su forma de disfrutar la vida, similar a cómo otros disfrutan de sus hobbies. Entonces, al tratar de dejarlo, sienten que falta algo, como si se privaran de una parte de su felicidad.
La mayoría de los consumidores de cannabis no experimentan una dependencia física fuerte, pero pueden enfrentar un desafío emocional y psicológico. Muchas veces se cuestionan si realmente desean dejarlo, o si simplemente sienten la presión social para hacerlo. En este contexto, es importante recordar que el problema no siempre es la sustancia en sí misma, sino cómo la estamos utilizando y las razones detrás de ese consumo.
Al dejar el cannabis, es común experimentar síntomas leves de abstinencia, como irritabilidad, problemas para dormir, y cambios en el apetito. Estos síntomas son pasajeros, pero pueden hacer que el proceso de dejar el consumo se sienta más desafiante. Aquí es donde el CBD puede ser una herramienta valiosa, ya que ayuda a reducir la ansiedad y a promover un estado de calma, lo cual facilita el proceso.
Pilar 3: Consumo Responsable y el Uso Consciente
El verdadero problema no es la sustancia en sí, sino el uso que le damos. Si utilizamos el cannabis de manera responsable y consciente, su impacto en nuestra vida puede ser positivo. Esto significa que debemos establecer límites y metas claras en cuanto al consumo. Debemos entender por qué lo consumimos y en qué momentos, y no dejar que se convierta en un recurso para escapar de los problemas cotidianos.
Es fundamental educarse sobre el cannabis y su consumo responsable. Es similar a cómo cuando alguien que decide entrenar en el gimnasio necesita aprender a usar el equipo correctamente para evitar lesiones. En el caso del cannabis, esto significa conocer la dosificación adecuada, la calidad del producto que se está utilizando, y los efectos que puede tener en nuestra mente y cuerpo. También es importante escuchar a nuestro cuerpo y prestar atención a cómo reacciona al consumo.
En lugar de ver el cannabis como una escapatoria, podemos aprender a utilizarlo de manera que enriquezca nuestra experiencia de vida. Al hacerlo de forma responsable, podemos evitar patrones de consumo problemáticos y mantener una relación saludable con la planta.
Recomendaciones para superar el Síndrome de Abstinencia
Para aquellos que deciden dejar el cannabis, ya sea temporal o permanentemente, es importante tener un plan de acción para sobrellevar el síndrome de abstinencia. Aquí hay algunas recomendaciones:
- Hidratación y Alimentación Saludable: Durante el proceso de abstinencia, mantener una buena hidratación y una alimentación equilibrada es clave. Esto ayuda a que el cuerpo se recupere y reduce los síntomas de irritabilidad y fatiga.
- Ejercicio Regular: La actividad física libera endorfinas, que son las “hormonas de la felicidad.” El ejercicio no solo mejora tu estado de ánimo, sino que también ayuda a regular los patrones de sueño y reduce el estrés.
- Apoyo Social: Hablar con amigos o familiares que te apoyen durante este proceso puede hacer una gran diferencia. El apoyo emocional es fundamental para mantener la motivación.
- Practicar Técnicas de Relajación: Técnicas como la meditación, la respiración profunda y el yoga pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el bienestar general. Estas prácticas ayudan a calmar la mente y a mantener un estado de equilibrio emocional.
- Uso del CBD: El cannabidiol, o CBD, es un compuesto no psicoactivo del cannabis que ha demostrado tener propiedades ansiolíticas y relajantes. Puede ser de gran ayuda para reducir los síntomas de abstinencia, como la ansiedad y la dificultad para dormir. Además, el CBD no crea adicción, por lo que puedes utilizarlo de forma segura mientras trabajas en tu proceso de dejar el cannabis.
En última instancia, lo más importante es entender que todos tenemos una relación diferente con el cannabis y que esta relación puede evolucionar con el tiempo. La clave está en la conciencia y en la responsabilidad. Al informarnos y tomar decisiones conscientes, podemos liberar la culpa y la autocrítica, y permitirnos disfrutar de los beneficios de la planta de una forma equilibrada y saludable.