¿De dónde proviene el cannabis que conocemos hoy en día? Esta es una de las preguntas que más intriga a nuestra comunidad cannábica y en esta oportunidad la vamos a resolver. Así que, ponte cómodo y disfruta este pequeño recorrido sobre los orígenes de una de las plantas más polémicas de los últimos tiempos: La Cannabis Sativa L.
Sus orígenes salvajes siguen siendo un misterio, pero mediante el estudio de sus genes, podemos identificar su pariente más cercano. Resulta que el lúpulo, utilizado para elaborar cerveza, es la especie más similar al cannabis.
Los genetistas de plantas estiman que hace aproximadamente 28 millones de años, el cannabis y el lúpulo comenzaron a evolucionar por caminos separados. Fue más adelante, alrededor de hace 12,000 años, cuando el cannabis silvestre se dividió en dos linajes distintos, uno de los cuales fue probablemente seleccionado para cultivo.
Aún no estamos seguros de cómo o por qué la evolución de estos compuestos benefició al cannabis. Se especula que podrían haber protegido la planta contra la radiación ultravioleta o depredadores. Sea cual sea la razón, los humanos tomaron nota y comenzaron a cultivar cannabis para múltiples usos.
Diversas culturas antiguas, como los chinos, griegos, romanos e indios, han utilizado el cannabis durante mucho tiempo, tanto con fines medicinales como para usos industriales, como la elaboración de cuerdas, textiles y papel. La domesticación del cannabis a lo largo de los años ha llevado a la creación de diferentes variedades, algunas seleccionadas por sus fuertes fibras y otras por sus efectos psicoactivos.
Los cannabinoides, que conocemos hoy en día, aparecieron después de la separación del cannabis y el lúpulo, ya que este último no los posee. Se cree que estos compuestos pudieron haber protegido a la planta contra la radiación UV o depredadores, pero aún se desconoce la razón exacta de su desarrollo. La historia del cannabis y su relación con los humanos se remonta a miles de años atrás.
En la actualidad, la mayoría de países en el mundo establecen una distinción entre el cáñamo y las variedades psicoactivas, basada en los niveles de THC, siendo el límite legal para considerarse cáñamo una concentración de menos del 0.3% de THC. No obstante, esta clasificación se ha vuelto cuestionable, ya que se ha descubierto que no necesariamente define la experiencia subjetiva del consumidor.
El cannabis moderno puede ser significativamente más potente que las variedades ancestrales debido a la crianza selectiva y al aumento de los niveles de THC en ciertas cepas. Además, los avances en ingeniería genética han permitido la producción de THC y CBD sin la necesidad de cultivar la planta, utilizando bacterias y levaduras modificadas.
A pesar de las innovaciones científicas, es poco probable que la planta de cannabis se reemplace por completo. La relación entre esta planta y la humanidad ha sido duradera, arraigada en su uso a lo largo de la historia. La evolución del cannabis continúa, y mientras la industria y la ciencia avanzan, es crucial considerar las implicaciones legales y sociales que conlleva esta evolución.
El cannabis, con su fascinante historia y diversas aplicaciones, sigue siendo un tema relevante y apasionante para la investigación y la sociedad en general. Es una planta que ha dejado una huella significativa en nuestra historia y que seguirá siendo objeto de estudio y debate en el futuro.
Esperamos que esta pequeña reseña sobre el cannabis medicinal que conoces hoy en día haya sido de tu agrado. Y si deseas realizar algún aporte, nos encantaría leerte en la caja de comentarios.