No podemos simplemente decir que el cáñamo es bueno y la marihuana es mala, o que el cáñamo con más CBD es bueno y la marihuana con más THC es mala.
¡Hola y bienvenido a una nueva nota de Cannamedicol! Mi nombre es Carlos Villada y hoy vamos a explorar en profundidad dos temas que, a menudo, se confunden y malinterpretan: El cáñamo y la marihuana.
Vamos a desglosar sus diferencias, sus usos, y todo lo que necesitas saber para entender mejor estas dos facetas de la planta de cannabis. También exploraremos cómo el cannabis medicinal ha evolucionado y qué beneficios ofrece en la actualidad.
Así que, si alguna vez te has preguntado acerca de estos temas, ¡esta nota es para ti!
¿Qué es el Cannabis?
Para empezar, es fundamental entender que el cannabis es una planta perteneciente a la familia Cannabaceae. Esta familia incluye varias especies de plantas, pero el género Cannabis es el que nos interesa en este contexto. Dentro de esta familia, dicho género se distingue por sus características únicas y su importancia en múltiples áreas, desde la medicina hasta la industria y el ocio, se divide en tres especies principales: Cannabis sativa, Cannabis indica y Cannabis ruderalis.
a continuación mencionare el significado de cada una de ellas:
Cannabis Sativa:
La Cannabis sativa es una de las especies más reconocidas y ampliamente cultivadas de cannabis. Se caracteriza por su estructura alta y esbelta, con hojas largas y estrechas que se disponen de manera alterna a lo largo del tallo. Originaria de regiones ecuatoriales como el sudeste asiático, partes de América del Sur y Central, esta especie está adaptada a climas cálidos y soleados.
Las plantas de Cannabis sativa pueden alcanzar alturas impresionantes, de hasta 5 metros o más, y suelen tener un período de floración más largo en comparación con otras especies. Su crecimiento vertical y la disposición de sus hojas permiten que la planta maximice la exposición a la luz solar, favoreciendo un desarrollo óptimo.
En términos de efectos, Cannabis sativa es conocida por producir efectos más energizantes y estimulantes. Los consumidores a menudo reportan sensaciones de euforia, mayor creatividad y un aumento en la sociabilidad. Estos efectos hacen que Cannabis sativa sea popular tanto para uso recreativo como medicinal. Médicamente, se utiliza para tratar una variedad de condiciones, incluyendo depresión, fatiga crónica y trastornos de atención. Su perfil de cannabinoides y terpenos varía, pero generalmente contiene niveles más altos de THC (tetrahidrocannabinol), el principal compuesto psicoactivo de la planta.
Cannabis Indica:
La Cannabis indica es otra especie prominente dentro del género Cannabis. A diferencia de la Cannabis sativa, las plantas de Cannabis indica tienen una estructura más compacta y arbustiva. Son más cortas y anchas, con hojas más anchas y cogollos densos que suelen ser más pesados y resinosos. Esta especie se originó en regiones montañosas y frías, como el Medio Oriente, el Himalaya y el subcontinente indio, donde las temperaturas pueden variar considerablemente.
Las plantas de Cannabis indica tienen un período de floración más corto en comparación con las sativas, y tienden a ser más adecuadas para el cultivo en interiores debido a su tamaño más manejable. En términos de efectos, Cannabis indica es conocida por sus propiedades relajantes y sedantes. Los consumidores a menudo experimentan una sensación de calma profunda, reducción del dolor y una mejor calidad del sueño. Esto hace que las indicas sean ideales para el uso nocturno o para aliviar el estrés y el dolor crónico. Médicamente, se utilizan para tratar insomnio, ansiedad, dolor muscular y espasmos.
Cannabis Ruderalis:
La Cannabis ruderalis es la especie menos conocida y la más distinta de las tres principales especies del género Cannabis. Originaria de regiones frías y difíciles, como Rusia y partes de China, las plantas de Cannabis ruderalis son notablemente pequeñas y robustas. Esta especie está adaptada a climas extremos y a condiciones de crecimiento menos ideales.
Una característica distintiva de Cannabis ruderalis es su capacidad para florecer independientemente del ciclo de luz al que está expuesta. Esta capacidad de autoflorecimiento significa que las plantas comienzan a florecer después de un período de tiempo determinado, sin importar las horas de luz diarias. Esta característica ha sido aprovechada en la creación de híbridos autoflorecientes, que son populares en el cultivo moderno debido a su facilidad de cultivo y su adaptabilidad a diferentes climas.
Aunque Cannabis ruderalis tiene un bajo contenido de THC y CBD en comparación con las otras especies, su capacidad de autoflorecimiento ha sido valiosa para los cultivadores. Al cruzar Cannabis ruderalis con Cannabis sativa o Cannabis indica, se han desarrollado cepas que combinan las características deseables de ambas especies, como el contenido elevado de cannabinoides y la capacidad de autoflorecer, lo que facilita su cultivo en una variedad de condiciones.
Hablemos ahora sobre ¿Qué es el Cáñamo?
Cuando hablamos de cáñamo, nos referimos a una planta de cannabis que contiene menos del 0.3% de THC, el compuesto psicoactivo que provoca el «subidón» asociado con la marihuana. Debido a su bajo contenido de THC, el cáñamo no tiene efectos psicoactivos, lo que lo convierte en una opción ideal para una amplia variedad de aplicaciones industriales y comerciales.
El cáñamo ha sido utilizado a lo largo de la historia para fabricar una gran variedad de productos, como fibras textiles, papel, ropa, biocombustibles, y materiales de construcción. En la actualidad, el cáñamo sigue siendo una fuente importante de biomasa renovable y productos sostenibles.
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¿Qué es la Marihuana?
Por otro lado, la marihuana se refiere a las flores y hojas de cannabis que contienen una mayor concentración de THC, generalmente por encima del 3%. Esta planta se utiliza principalmente con fines recreativos y medicinales. A diferencia del cáñamo, la marihuana tiene efectos psicoactivos que pueden alterar la percepción, el estado de ánimo y la conciencia.
El término «marihuana» tiene una historia interesante. A principios del siglo XX, se utilizó para estigmatizar a la planta y a sus usuarios. En aquel tiempo, los productos de cannabis se vendían en farmacias para diversos fines medicinales, pero con la criminalización del cannabis, el término «marihuana» empezó a ser utilizado para diferenciar los productos de cannabis recreativo de los medicinales, contribuyendo a la estigmatización de la planta.
Diferencias en Uso y Aplicaciones
Es importante destacar que el cáñamo y la marihuana son la misma planta, con las diferencias radicando en el contenido de THC y los usos que se les da:
- Cáñamo: Se utiliza principalmente para fines industriales. Sus aplicaciones incluyen la fabricación de textiles, productos de papel, bioplásticos, y cosméticos. El cáñamo también es una fuente rica en CBD (cannabidiol), un compuesto no psicoactivo que ha demostrado tener propiedades terapéuticas significativas
- Marihuana: Se utiliza para fines recreativos y medicinales. Sus aplicaciones médicas incluyen el tratamiento de diversas condiciones, como dolor crónico, ansiedad, insomnio, y nauseas asociadas con tratamientos como la quimioterapia. Además, la marihuana también se emplea en la creación de productos comestibles y concentrados para su uso medicinal o recreativo.
Beneficios del Cannabis Medicinal
El uso del cannabis medicinal ha ganado aceptación y reconocimiento en todo el mundo. A medida que la investigación y la regulación han avanzado, se han descubierto numerosos beneficios terapéuticos asociados con el cannabis. Estos beneficios incluyen:
- Alivio del Dolor: El cannabis, especialmente el THC y el CBD, puede ser efectivo en el manejo del dolor crónico y agudo. Se ha utilizado para tratar condiciones como la artritis, la fibromialgia y el dolor neuropático.
- Reducción de la Ansiedad y el Estrés: El CBD en particular ha demostrado ser útil en la reducción de la ansiedad y el estrés, ayudando a mejorar la calidad de vida de quienes sufren de trastornos de ansiedad generalizada, trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros trastornos relacionados.
- Mejora del Sueño: El cannabis puede ayudar a regular los ciclos de sueño, especialmente en personas que sufren de insomnio o trastornos del sueño. Los efectos sedantes de algunas variedades de cannabis, especialmente las indicas, pueden facilitar un sueño más profundo y reparador.
- Tratamiento de Nauseas: El THC es conocido por su capacidad para aliviar las náuseas y los vómitos, particularmente en pacientes sometidos a quimioterapia. Este efecto ha sido respaldado por la aprobación de medicamentos a base de cannabis, como el Marinol y el Syndros.
- Apoyo a la Salud Mental: Además de su uso en la ansiedad, el cannabis también se investiga por su potencial en el tratamiento de trastornos de salud mental, como la depresión y el trastorno bipolar. Sin embargo, es importante que el uso sea supervisado por profesionales de la salud para evitar efectos adversos.
Hoy en día, el cannabis medicinal ha pasado de ser una sustancia estigmatizada a ser reconocida por sus propiedades terapéuticas. Con el avance en la investigación y la legalización en muchos lugares, tanto el cáñamo como la marihuana están siendo aprovechados para una variedad de usos industriales y médicos. La creciente aceptación social y la expansión de los mercados han llevado a un mayor acceso a productos de cannabis de alta calidad y regulados.
El cannabis medicinal continúa ganando terreno en la medicina moderna, proporcionando alivio y mejorando la calidad de vida de muchas personas. Es esencial mantenerse informado y distinguir entre las distintas aplicaciones y beneficios de esta planta fascinante.