Evolución de la marihuana | 4000 aC – 2023

A lo largo de las últimas décadas, la marihuana ha experimentado notables transformaciones. Tras su legalización, los expertos han cultivado la planta, logrando variedades asombrosamente hermosas y extraordinariamente potentes. Sin embargo, esta evolución no siempre fue así. Echemos un vistazo a la historia de la cannabis desde tiempos antiguos.

En la antigua aldea de Pampo, en China, la cannabis era considerada uno de los cinco granos y se cultivaba como un importante cultivo alimentario. Además, también se  dice que es una de las primeras menciones registradas de la cannabis como medicamento, reconocida por el emperador Shin por sus propiedades curativas en más de cien dolencias, como la gota, el reumatismo y la malaria.

Los pueblos indo-europeos nómadas utilizaban cannabis en vapores y quemaban sus semillas en rituales funerarios, donde se describía como fuente de felicidad y libertad en textos religiosos hindúes. Durante este período, la cannabis se fumaba en servicios devocionales diarios y rituales religiosos, lo que permitía explorar sus beneficios médicos, utilizándose para tratar epilepsia, ansiedad y bronquitis.

En los textos médicos egipcios, el Papiro Ebers, se destacaba el uso de la cannabis para tratar la inflamación. El polen de cannabis se recuperó de la momia de Ramsés II, faraón egipcio momificado después de su muerte en 1213 a.C.

El médico griego Dioscórides recetó cannabis para el dolor de muelas y la tos, mientras que el médico romano Claudio Galeno observó su amplio consumo en todo el imperio.

En la Edad Media, el escritor médico persa Avicena publicó el «Canon de Medicina», afirmando que la cannabis era un tratamiento eficaz para la gota, el edema, las heridas infecciosas y fuertes dolores de cabeza.

La cannabis se propagó desde la India hasta África oriental, donde se usó para tratar malaria, asma, fiebre y disentería.

En el siglo XIX, Napoleón introdujo la cannabis en Francia desde Egipto, y se investigó por sus propiedades analgésicas y sedativas.

El Dr. William O’Shonasi, médico irlandés, introdujo los usos terapéuticos de la cannabis en la medicina occidental, concluyendo que no tenía efectos medicinales negativos.

En 1914, la Ley de Impuestos sobre Narcóticos de Harrison declaró el uso de drogas como un delito en EE. UU.

En los años 60, los cultivadores de marihuana comenzaron a criar genéticas, destacando las apreciadas variedades: «Colombian Gold» y la «Andrés Sativa» de Colombia, amadas por los hippies.

En 1970, el THC, componente activo de la cannabis, fue sintetizado por el químico israelí Rafael Menchulan.

La cannabis fue categorizada como droga de Clase 1 en EE. UU., limitando su investigación, aunque la «Panama Red» capturó la atención en los años 70 por sus efectos casi psicodélicos.

En 1988, se descubrieron los receptores cannabinoides CB1 y CB2 en el cerebro

En la década de 1990, la «White Widow» se destacó como una de las cepas más prolíficas, marcando un gran avance en la historia de la cannabis. Durante este tiempo, la ampliamente fumada «Blue Dream», una variedad híbrida dominante en sativa, se volvió increíblemente popular.

En la última década, la legalización de la marihuana ha abierto un nuevo capítulo en la historia de esta planta milenaria.

A medida que más países, como Uruguay en 2014 y Canadá en 2018, han optado por legalizar su uso recreativo, ha surgido un creciente interés en las propiedades medicinales de la cannabis. Este giro ha llevado a una mayor investigación y comprensión de los beneficios terapéuticos que la planta puede ofrecer.

Una de las áreas más destacadas en este avance es el desarrollo medicinal del cannabis. La comunidad médica y científica ha explorado minuciosamente los compuestos activos de la plabta, como el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC), para entender su impacto en diversas condiciones de salud. Se ha descubierto que estos compuestos tienen propiedades analgésicas, antiinflamatorias, ansiolíticas, antiespasmódicas; entre otras.

El cannabis ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de enfermedades crónicas como la artritis, la fibromialgia y la esclerosis múltiple. Además, se ha utilizado para aliviar los síntomas asociados con el cáncer y los efectos secundarios de la quimioterapia, como las náuseas y la pérdida de apetito. Su aplicación se ha extendido incluso a trastornos neuropsiquiátricos como la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

A medida que avanzamos en la década de 2020, la aceptación del cannabis medicinal continúa expandiéndose. Varios estados de Estados Unidos y países alrededor del mundo han implementado programas que permiten el acceso legal a la marihuana con fines medicinales. La comunidad científica sigue investigando y descubriendo nuevas aplicaciones terapéuticas, lo que podría impulsar aún más el reconocimiento global del valor medicinal del cannabis.

En este contexto, cepas específicas como Gelato, Skittles, Lucky Charms y Skywalker OG, que han ganado popularidad en la década actual, no sólo son apreciadas por sus perfiles de sabor y efectos, sino que también han sido cultivadas teniendo en cuenta sus propiedades medicinales. Este matrimonio entre el disfrute recreativo y los beneficios para la salud marca un hito significativo en la evolución del cannabis en la sociedad contemporánea.

A medida que la investigación continúa y la aceptación crece, el cannabis medicinal se posiciona como un componente importante en la búsqueda de alternativas terapéuticas y una mejor calidad de vida para muchas personas.

Y así, queridos lectores, hemos explorado juntos la fascinante evolución del cannabis a lo largo de los siglos, desde su reconocimiento en la antigua China hasta las cepas populares de la década de 2020.

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