Imagina vivir con la incertidumbre constante de experimentar convulsiones y crisis epilépticas. La epilepsia puede afectar a personas de todas las edades, y sus repercusiones son significativas. Pero no todo está perdido ¿Sabías que existe una opción natural para mitigar los efectos de la epilepsia? Sí, te estoy hablando en serio. ¿Quieres que te la cuente? ¡Quédate hasta el final para descubrirlo!
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso que se caracteriza por la presencia de convulsiones recurrentes. Estas convulsiones son el resultado de una actividad cerebral anormal y excesiva, que puede manifestarse de diversas maneras, desde movimientos involuntarios del cuerpo hasta pérdida de conciencia. Puede ser causada por diferentes factores, como lesiones cerebrales, desequilibrios químicos en el cerebro, traumatismos de cráneo, hipoglucemia, intoxicación alcohólica, trastornos genéticos o problemas en el desarrollo del sistema nervioso.
Es una condición crónica que afecta a personas de todas las edades y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. El diagnóstico y tratamiento adecuados son fundamentales para manejar la epilepsia de manera efectiva y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La prevalencia de la epilepsia varía con la edad y las causas también difieren en función de la etapa de la vida. Aunque la epilepsia afecta de un 5 a un 10% de la población, el problema principal no es tener la enfermedad en sí, sino el tabú que existe en nuestra sociedad acerca de la misma. Esto hace que la gente no consulte al especialista, por lo que es importante que los médicos guíen a la población acerca de qué es la enfermedad, que tiene tratamiento y, en algunos casos, cura completa.
Tipos de epilepsia
La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso que se caracteriza por la presencia de convulsiones recurrentes. Pero, ¿sabías que existen diferentes tipos de epilepsia? Permíteme explicarte brevemente algunos de los más comunes.
En primer lugar, tenemos la epilepsia focal, también conocida como epilepsia parcial. En este tipo de epilepsia, las convulsiones se originan en una parte específica del cerebro. Puede manifestarse con movimientos involuntarios en una parte del cuerpo, sensaciones extrañas, cambios emocionales o incluso pérdida de conciencia parcial. La epilepsia focal puede variar en su gravedad y ser controlada con medicamentos en muchos casos, pero también puede ser más difícil de tratar en otros.
Por otro lado, tenemos la epilepsia refractaria, también conocida como epilepsia farmacorresistente. En esta situación, los medicamentos antiepilépticos no logran controlar adecuadamente las convulsiones. Es decir, las personas continúan experimentando convulsiones a pesar de haber probado varios medicamentos. La epilepsia refractaria puede tener un impacto significativo en la vida de quienes la padecen, ya que las convulsiones recurrentes pueden limitar las actividades diarias y afectar la calidad de vida.
Es importante aclarar que pese a que se habla de dos tipos generales de epilepsia, con el pasar del tiempo se ha ido clasificando y asignando diferentes nombres o diagnósticos debido a los síntomas y daños que pueden causar en cada individuo. Conozcamos algunas de las más comunes:
Epilepsia del lóbulo temporal: Es el tipo más común de epilepsia focal, donde las convulsiones se originan en el lóbulo temporal del cerebro. Puede causar sensaciones extrañas, alucinaciones, cambios emocionales y pérdida de conciencia temporal.
Epilepsia de ausencia: También conocida como epilepsia de pequeño mal, se caracteriza por breves períodos de desconexión y falta de respuesta. Las personas afectadas pueden parecer ausentes o tener movimientos repetitivos, como parpadear rápidamente.
Epilepsia mioclónica: Se caracteriza por sacudidas musculares rápidas y repentinas en los brazos, las piernas o el cuerpo. Estos movimientos pueden ser leves o intensos, y suelen ocurrir en series.
Epilepsia tónico-clónica: Anteriormente conocida como gran mal, es uno de los tipos más reconocibles de epilepsia. Se caracteriza por convulsiones tónicas (rigidez muscular) seguidas de convulsiones clónicas (movimientos rítmicos e involuntarios). Las personas afectadas pueden perder el conocimiento y experimentar contracciones musculares violentas.
Epilepsia infantil (síndrome de West): Es un tipo de epilepsia que se presenta en bebés y niños pequeños. Se caracteriza por espasmos musculares, retraso en el desarrollo, regresión del desarrollo y patrones de electroencefalograma (EEG) anormales.
Es importante que entendamos cómo funciona la epilepsia para saber cómo podemos enfrentarla. Y es que para hablar del diagnóstico, es necesario hacer una evaluación clínica detallada y un análisis de los síntomas, las causas y el tipo de crisis epiléptica. Además, se requiere de estudios de neuroimágenes y electroencefalogramas.
¿Tratamientos para la epilepsia?
Es importante destacar que cada persona y cada tipo de epilepsia son únicos, por lo que el tratamiento adecuado puede variar de un individuo a otro. Siempre es fundamental contar con la guía y el seguimiento de un médico especializado para determinar la mejor opción de tratamiento para cada caso
El tratamiento de la epilepsia incluye el uso de medicamentos antiepilépticos, cirugía y terapia conductual. A continuación, intentaremos profundizar en cada uno de ellos.
Medicamentos antiepilépticos: Son la forma más común de tratamiento para controlar las convulsiones. Estos medicamentos están diseñados para regular la actividad eléctrica del cerebro y reducir la frecuencia e intensidad de las convulsiones. Hay una amplia variedad de medicamentos antiepilépticos disponibles, y el médico elegirá el más adecuado según el tipo de epilepsia y las necesidades individuales del paciente.
Cirugía de epilepsia: En casos de epilepsia focal que no responden adecuadamente a los medicamentos, la cirugía puede ser una opción. La cirugía de epilepsia se realiza con el objetivo de extirpar o desconectar la zona del cerebro responsable de las convulsiones. Es un enfoque selectivo y cuidadosamente planificado que puede ayudar a reducir o incluso eliminar las convulsiones en algunos pacientes.
Estimulación del nervio vago (ENV): Esta técnica consiste en la implantación de un dispositivo médico que estimula el nervio vago, una vía de comunicación importante entre el cerebro y el resto del cuerpo. La estimulación del nervio vago ayuda a regular la actividad eléctrica del cerebro y puede reducir la frecuencia y la intensidad de las convulsiones en algunas personas.
Dieta cetogénica: Esta es una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos que se ha utilizado como tratamiento complementario en casos de epilepsia, especialmente en niños. Se cree que la dieta cetogénica induce un estado metabólico en el que el cuerpo produce cetonas, que pueden tener un efecto anticonvulsivo en el cerebro.
¡Hay una nueva esperanza para los pacientes con epilepsia!
Ahora que ya conocemos los tratamientos más comunes es importante dejar en claro que, existe otra opción que pocos contemplan, pero está completamente verificada y ha mostrado excelentes resultados:
Terapia con cannabis medicinal: En los últimos años, se ha observado un resurgimiento del interés por el estudio de las propiedades medicinales del cannabis para tratar la epilepsia severa, y no te preocupes que esto no significa que vas a estar 24/7 en estado de “ebriedad, colocado” por así decirlo.
El cannabidiol (CBD) extraído de la planta de cannabis ha mostrado ser un tratamiento prometedor para la epilepsia refractaria como el síndrome de Dravet y de Lennox-Gastaut, disminuyendo las convulsiones hasta en un 50%. Aunque existen muchos medicamentos desarrollados para la epilepsia en los últimos 100 años, solo reducen las crisis en el 70% de los pacientes, lo que significa que las personas con epilepsia refractaria tienen pocas opciones de tratamiento efectivo. El cannabidiol parece ser una opción prometedora en estos casos. Y no, no te estoy mintiendo, es algo completamente comprobado.
El estudio más reciente evaluó los beneficios del cannabidiol en 225 personas con síndrome de Lennox-Gastaut durante 14 semanas, y descubrió que una dosis diaria mayor de 20 mg/kg redujo las convulsiones en un 42%, mientras que una dosis menor de 10 mg/kg redujo los episodios en un 37%. Increíble ¿no?
Además del CBD, existen otros cannabinoides que pueden tener un papel en el tratamiento de la epilepsia. Aunque se necesita más investigación para comprender plenamente su eficacia y mecanismos de acción, se han identificado dos cannabinoides que han mostrado potencial en el tratamiento de las convulsiones:
Tetrahidrocannabinol (THC): El THC es el principal compuesto psicoactivo presente en la planta de cannabis. Aunque su efecto psicoactivo puede limitar su uso en algunos casos, se ha observado que el THC puede tener propiedades anticonvulsivas en ciertos tipos de epilepsia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el THC puede tener efectos secundarios como alteraciones cognitivas y psicológicas por lo que su uso debe ser estrictamente vigilado y recomendado por un experto.
Tetrahidrocannabivarina (THCV): El THCV es otro cannabinoide presente en la planta de cannabis, aunque en cantidades mucho más bajas que el THC y el CBD. Al igual que el CBD, se ha investigado su potencial como anticonvulsivo. Algunos estudios han sugerido que el THCV podría tener propiedades anticonvulsivas, pero se necesita más investigación para comprender su mecanismo de acción y su eficacia en el tratamiento de esta condición.
La dosificación, la relación entre los diferentes cannabinoides y los posibles efectos secundarios deben ser cuidadosamente evaluados en cada caso individual. Además, es fundamental tener en cuenta que la investigación sobre el uso de cannabinoides en el tratamiento de la epilepsia está en curso, y se necesitan más estudios clínicos para comprender mejor su eficacia y seguridad a largo plazo.
CONCLUSIÓN
Es sumamente importante que todos estemos informados acerca de la enfermedad y que no haya tabúes en torno a ella para que las personas puedan buscar ayuda médica sin miedo o vergüenza. Además, debemos destacar que cada tipo de epilepsia es único y puede presentarse de diversas formas en cada individuo. Cada persona puede experimentar diferentes síntomas y responder de manera distinta a los tratamientos disponibles. Por eso, es crucial contar con un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado por parte de profesionales médicos especializados en epilepsia.
Si quieres empezar a tratarte de forma natural, te proponemos el uso de nuestras alternativas recomendadas, y si necesitas cerciorarte de que es seguro para ti, habla con tú médico de cabecera, lo importante es que te sientas bien con el tratamiento que desees utilizar.
Y si ya usas este estilo de tratamientos, cuéntanos en los comentarios como te ha ido y qué diferencias has visto del resto de tratamientos, queremos leerte.
Recuerda que debemos empezar a darle la importancia y la educación que se merece esta condición, hacer entender a la población sobre ella, y que sepan, que esto no es el fin del mundo, todo lo contrario, es el camino correcto hacia una vida sana y feliz.
Referencias:
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/epilepsy/symptoms-causes/syc-20350093
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/epilepsy
https://www.cdc.gov/epilepsy/spanish/basicos/preguntas-comunes.html