¡Hola y bienvenido a una nueva entrega de Cannamedicol! Soy Carlos Villada, y hoy vamos a hablar sobre un tema que afecta a miles de familias: la adicción. Específicamente, discutiremos el papel crucial que las madres pueden desempeñar en el proceso de recuperación de sus hijos. Pero también exploraremos una posible herramienta complementaria que está ganando relevancia en el manejo de las adicciones: el cannabis medicinal, y más específicamente, el cannabidiol o CBD.
La transformación personal de las madres de personas con adicciones es un pilar fundamental en este proceso. Y no digo esto porque piense que la madre es la única responsable. Pero a lo largo de mi experiencia he notado algo muy interesante: cuando las madres comienzan a hacer cambios en su vida, el camino hacia la recuperación de sus hijos adictos se vuelve mucho más fluido, como si de repente todas las piezas encajaran. Por el contrario, cuando las madres no están comprometidas o no se involucran activamente, el proceso puede ser mucho más difícil, y a veces hasta parece que es la madre el mayor obstáculo a superar.
Ahora bien, quiero que esta conversación también nos lleve a pensar en nuevas formas de apoyo. Hoy en día, estamos viendo cómo el cannabis medicinal, especialmente el CBD, está siendo considerado como una alternativa prometedora para tratar varios aspectos relacionados con la adicción. Entonces, hablaremos un poco de eso también, pero primero enfoquémonos en la transformación de las madres.
La madre como aliada en la recuperación
El vínculo madre-hijo es, en muchos casos, el más fuerte y determinante en la vida de una persona. Y cuando ese hijo está atrapado en el ciclo de la adicción, el rol de la madre se vuelve aún más crucial. Pero, ¿qué es lo que realmente puede hacer una madre para ayudar? ¿Cómo puede cambiar para facilitar el camino de la recuperación?
Durante años, muchas madres han sido condicionadas a creer que el amor significa dar segundas, terceras y hasta infinitas oportunidades. Que significa esperar pacientemente a que su hijo cambie por sí solo.
En este espacio nos hemos dedicado a desmentir esos mitos, ofrecer información clara, útil, y basada en tres conceptos clave que pueden ayudar a cualquier madre a apoyar mejor a su hijo en su proceso de recuperación.
1. Fortalecer el corazón de piedra
Este es uno de los pasos más difíciles, pero también uno de los más importantes. No se trata de ser insensible o cruel, sino de aprender a amar de una forma que permita al otro crecer. Muchas madres, con la mejor de las intenciones, caen en la trampa de proteger a sus hijos de todas las consecuencias de sus acciones. Pero el amor verdadero, como lo expresa el psiquiatra Jorge Bucay, es trabajar por la libertad y la felicidad del otro, aunque eso no nos incluya directamente. Esto implica que, cuando amamos de manera saludable, debemos asegurarnos de que el otro esté asumiendo responsabilidad por sus propias decisiones y errores.
La adicción tiende a crear una dinámica de dependencia y manipulación. Fortalecer el corazón de piedra significa ser capaz de establecer límites claros y firmes, a pesar de las súplicas o manipulaciones que el adicto pueda intentar. No es un acto de crueldad, sino de amor verdadero: permitir que el hijo experimente las consecuencias de sus actos es la única forma en que puede aprender y madurar.
Y aquí es donde quiero hacer un paréntesis para hablar del cannabis medicinal, específicamente del CBD.
Sabemos que la recuperación de una adicción es un proceso complejo que involucra no solo el aspecto psicológico, sino también el físico. El CBD ha sido estudiado por sus posibles beneficios en la reducción de los síntomas de abstinencia, la ansiedad y el estrés, que son factores críticos en el proceso de recuperación. No estamos hablando de una cura mágica, pero sí de un complemento que puede ser muy útil para algunos pacientes que están atravesando este camino tan complicado.
2. Dejar de ser una madre alfombra
El segundo concepto es igual de importante. Muchas madres adoptan el rol de «madre alfombra», permitiendo que sus hijos las pisen, las insulten, las manipulen. Todo con la esperanza de que algún día las cosas cambien. Pero lo cierto es que esta actitud de sumisión no solo afecta la relación madre-hijo, sino que influye en toda la vida de la madre. Puede llevarla a permitir que otras personas, ya sean familiares, amigos o compañeros de trabajo, también la maltraten.
Salir de este rol de sumisión es crucial. Ninguna madre debería permitir que su hijo la trate mal, bajo ninguna circunstancia. Ser una madre alfombra es un síntoma de baja autoestima, y es fundamental que las madres trabajen en su propio valor personal, tanto por ellas mismas como por sus hijos. Cuando una madre se levanta y decide no dejarse pisotear más, el hijo también empieza a notar el cambio y eso puede ser un impulso para que él mismo comience su propio proceso de transformación.
En este punto, podemos volver a hablar del CBD. Muchos estudios sugieren que el cannabidiol puede ayudar a reducir el impulso de consumo, el estrés, y las ganas de usar sustancias que perpetúan la adicción. Esto puede ser especialmente útil en los primeros meses de recuperación, cuando la ansiedad y la irritabilidad son más intensas, y es más probable que el adicto recurra a viejos hábitos para escapar de la incomodidad emocional.
3. Convertirse en una madre águila
El tercer paso es convertirse en una madre águila. En la naturaleza, cuando las crías de águila ya están listas para volar, las madres retiran la capa cómoda del nido, exponiendo las espinas debajo para que las crías se sientan incómodas y se vean forzadas a lanzarse al vuelo. De la misma manera, una madre debe ser capaz de crear un entorno que impulse a su hijo a ser independiente. No podemos proteger a nuestros hijos para siempre, y tampoco podemos solucionar todos sus problemas.
Una madre águila no abandona a su hijo, pero sí le permite volar solo. Esto significa continuar con su vida, seguir creciendo y desarrollándose como persona, sin quedar atrapada en el papel de cuidadora perpetua.
Cuando las madres empiezan a enfocarse en ellas mismas —ya sea haciendo deporte, retomando pasatiempos o saliendo con amigas—, envían un mensaje claro a sus hijos: «Yo sigo adelante con mi vida, y tú también deberías hacerlo». Y aquí el uso de cannabis medicinal, en especial el CBD, puede ayudar a ese hijo en su proceso de volar solo, dándole herramientas para manejar su ansiedad, su deseo de consumir y las dificultades emocionales que enfrenta en la recuperación.
El papel del CBD en el manejo de las adicciones
Quiero dedicar un momento especial para hablar más a fondo del CBD y su potencial en el tratamiento de las adicciones. Se ha demostrado que el CBD puede actuar como modulador en el sistema endocannabinoide, el cual juega un papel clave en la regulación del humor, el sueño, el dolor, el apetito, entre otras funciones.
Durante el proceso de recuperación, el cuerpo y la mente pasan por una montaña rusa de emociones y síntomas físicos que pueden llevar a recaídas. Aquí es donde el CBD puede ofrecer una alternativa natural y no adictiva para aliviar algunos de estos síntomas.
Además, algunos estudios sugieren que el CBD podría ayudar a reducir los antojos asociados con la adicción a opioides, alcohol y otras sustancias. Y aunque los estudios aún están en fases tempranas, los resultados son prometedores. En combinación con un enfoque integral que incluya apoyo familiar, psicoterapia y cambios en el estilo de vida, el CBD puede ser una herramienta complementaria valiosa en el manejo de las adicciones.
La transformación de una madre puede ser el catalizador que impulse el proceso de recuperación de un hijo adicto. Fortalecer el corazón de piedra, dejar de ser una madre alfombra y convertirse en una madre águila son los tres pilares fundamentales para este cambio. Además, explorar nuevas opciones terapéuticas, como el cannabis medicinal y el CBD, puede ofrecer beneficios adicionales en este camino tan desafiante.