Hoy vamos a hablar sobre Sativas vs. Indicas.
Existe un gran malentendido entre la mayoría de los usuarios, ya que hemos relacionado estos nombres con el efecto que obtendremos al usar una cierta variedad. Pero la verdad es que eso no es correcto, y si te quedas hasta el final te revelaré el por qué.
La mayoría de los usuarios han relacionado los nombres Sativa e Indica con la idea de elucidar qué tipo de efecto obtendremos al usar una variedad en particular. Siempre asociamos las Indicas con un efecto relajante, especialmente para el final del día, y también asociamos las Sativas con un efecto eufórico, más creativo, etcétera.
En primer lugar, la definición de Sativa e Indica se basa simplemente en las características físicas de la planta. En 1753, un biólogo sueco definió a la cannabis sativa como un tipo de planta que crece alta con hojas delgadas, cuya floración es bastante extensa y que crece muy bien en áreas cercanas al Ecuador, zonas más cálidas. Estudió esta planta y sus características físicas, y la llamó Cannabis Sativa.
Años más tarde, en 1785, un biólogo y científico francés llamado Jean Baptiste Lamarck estudió otro tipo de planta muy diferente a la Sativa. Eran plantas con hojas más gruesas, más pequeñas en tamaño, arbustivas y con una floración más corta, que no superaba los dos meses. A este tipo de plantas proviene de la India, de regiones con climas extremos; elevadas altitudes y temperaturas más frías., Lamarck las llamó Indica.
No solo existen estas dos, sino también un tercer tipo, considerado como especie, que fue encontrado en el sureste de Rusia. Un biólogo de allí, D.E. Janichevsky, lo llamó Ruderalis. Observó que este tipo de planta tenía características muy diferentes a las mencionadas anteriormente: plantas muy pequeñas, floración rápida y semillas con una cubierta diferente. Estas plantas crecen muy bien en condiciones climáticas extremas, ya que estamos hablando de Rusia, un lugar muy frío.
Estas denominaciones se refieren a características físicas y no a efectos. No provienen del uso o ingestión de la planta por parte de científicos para observar los efectos y luego nombrarlas Sativa, Indica o Ruderalis. En realidad, simplemente describieron y acuñaron los términos para categorizarlas según sus características físicas.
Ahora, ¿de dónde provienen los efectos? Para entenderlo, necesitamos hablar sobre 5 cosas que influyen en el efecto que tendremos al usar una cierta variedad. En primer lugar, los cannabinoides. Estos son compuestos químicos que la planta tiene. Hoy sabemos que hay más de 100, pero los más estudiados son el THC o tetrahidrocannabinol, relacionado con el efecto psicoactivo o mental, y el CBD o cannabidiol, relacionado con un efecto físico y, en la actualidad, mencionado por sus propiedades terapéuticas.
La segunda cosa a mencionar al tratar de entender los efectos son los terpenos. Los terpenos son compuestos químicos que esta planta tiene.Y le otorgan el sabor y el olor a cada variedad. Algunas variedades pueden tener aromas cítricos, mientras que otras pueden tener aromas más dulces, terrosos, picantes, entre otros.
La parte interesante de estos compuestos es su estrecha relación con el efecto que estamos a punto de experimentar. Por ejemplo, si una variedad tiene un fuerte aroma a limón cítrico, es probable que tenga una alta concentración de un terpeno llamado Limoneno, asociado con efectos energizantes. Por otro lado, si una variedad tiene un aroma a lavanda, podría tener una alta concentración de Linalol, un terpeno relacionado con efectos sedantes o musculares.
Además, existen otros terpenos como el Mirceno, el Pineno, el Cariofileno, entre otros. La proporción entre estos compuestos, al igual que los cannabinoides, junto con otros factores no relacionados con las flores, como la tolerancia, la forma de consumo y la cantidad, determinan el efecto que percibiremos.
Por ejemplo, si compartimos una sesión con un amigo y él se fuma un porro entero mientras yo solo tomo 2-3 caladas, la experiencia de mi amigo será más intensa y se asentará más rápido. Sin embargo, mi experiencia podría ser más activa y me permitiría comunicarme más fluidamente.
Es evidente que hay dos efectos diferentes, pero esto no significa que haya usado una superíndica y yo una supersativa. También influye la forma de consumo; utilizar un vaporizador con control de temperatura permite ajustarla para liberar diferentes terpenos, ya que estos se vaporizan a diferentes temperaturas, generando efectos distintos.
La variabilidad en la experiencia entre mi amigo y yo resalta la importancia de factores adicionales que influyen en los efectos del cannabis. Además de la cantidad consumida y la forma de consumo, la tolerancia individual juega un papel crucial. La tolerancia se desarrolla con el tiempo y el uso constante de la planta, lo que significa que la misma cantidad de cannabis puede tener efectos diferentes en dos personas con niveles de tolerancia distintos.
Otro factor a considerar es la genética individual. Cada persona tiene una constitución genética única que puede influir en la forma en que su cuerpo reacciona al cannabis. Algunas personas pueden ser naturalmente más sensibles a ciertos compuestos presentes en la planta, lo que afecta la intensidad y la duración de los efectos.
Además, la calidad y la procedencia del cannabis también desempeñan un papel significativo. La variación en los niveles de cannabinoides y terpenos, incluso dentro de una misma categoría de Sativa o Indica, puede resultar en experiencias diferentes. Las condiciones de crecimiento, la genética de la planta y los métodos de cultivo pueden influir en la composición química de la variedad, impactando directamente en los efectos percibidos.
La interacción de estos factores complejos subraya la necesidad de comprender que la clasificación de Sativa e Indica no es un predictor confiable de los efectos que experimentaremos. Más bien, debemos considerar la diversidad química de cada cepa y cómo interactúa con nuestras características individuales.
Por lo tanto, al explorar el mundo del cannabis, es fundamental experimentar de manera consciente, prestando atención a cómo nuestro cuerpo y mente responden a diferentes cepas y métodos de consumo. La educación continua sobre los cannabinoides, terpenos y otros componentes de la planta nos permite tomar decisiones informadas y personalizar nuestra experiencia con el cannabis de una manera más significativa.