Si estás aquí es porque seguramente tienes la intención o estás considerando iniciar un tratamiento con cannabis medicinal y te asalta la duda: de si debes o no, informarle al médico sobre tus intenciones.
El tratamiento con cannabis es uno de los más polémicos que existe y es muy probable que siga siendo así por mucho tiempo. Por fortuna, muchos países alrededor del mundo están optando por una visión más amplia y han reformado sus leyes para darle una oportunidad a las personas que desean ser tratadas con Cannabis.
Pese a que la medicina es integral y debe emplearse como único término, hemos puesto nombre a cada una de las diferentes prácticas. Medicina Natural, Medicina Farmacéutica, Medicina Cannabica, y un sin fin de terapias que aparecen con el pasar de los años. Todo depende de quien la practique y a que se dedique. Cabe resaltar que algunos términos no son aprobados por la comunidad médica y científica, por ello solo hacemos referencia a algunos que son de uso general y comunes entre las personas.
Ahora, es lógico que si usted ejerce o practica una de estas «medicinas», se especialice y concentre sus esfuerzos en ella. ¿Pero, es este un motivo para no recomendar las demás?
Muchos terapeutas solamente se centran y reconocen las propiedades de lo que han aprendido, ignorando otras prácticas, a tal punto de llegar a decir que lo único que funciona es lo que ellos han estudiado. En cierto modo está muy bien, ya que hace que las personas se especialicen y hablen con propiedad; pero recordemos que existe mucho conocimiento que se ha traspasado de generación en generación y la medicina ancestral es una herramienta muy importante.
Es común escuchar a las personas decir: «Esta es mejor que aquella, a mi me funcionó la otra y no la de siempre; o eso sólo es mentira». Sea cual sea su experiencia, recuerde que no todos los organismos son iguales y tampoco responden siempre de la misma manera.
Relación entre médico y paciente
Tradicionalmente los pacientes han depositado toda su confianza en las personas que trabajan en el área de la salud, con la esperanza de obtener una curación o un tratamiento que les permita una mejor calidad de vida.
Con el pasar de los años esta relación se ha ido deteriorando, a tal punto que los pacientes se sienten desplazados e ignorados, porque muchas veces el profesional de la salud, le presta más atención a su dispositivo móvil o computadora. Si bien, la tecnología ha llegado para mejorar los tratamientos médicos, acortar distancias y dar un mejor manejo de la información; también ha creado una brecha entre médico y paciente; o por lo menos, así lo manifiestan algunos.
Ahora bien, el elemento fundamental para una buena relación es la confianza, y este primer paso lo inicia el paciente al escoger a su médico para confiarle su bien más preciado: su salud. El paciente debe tener la plena seguridad de que su enfermedad y algunos aspectos de ella permanecerán sólo en el conocimiento de él y de su médico. La confidencialidad y/o ética profesional es muy importante en estos casos.
Teniendo en cuenta lo anterior, consideramos que, si debe comunicar al médico sobre las intenciones de implementar un tratamiento con cannabinoides. El médico también debe informar sobre las diferentes opciones que existen para su tratamiento y si este, no tiene los conocimientos necesarios, es importante que se lo haga saber a su paciente y solicite un tiempo para estudiar sobre las bondades que brinda la planta y a su vez, sugerir si es o no una buena alternativa.
Es importante una buena interacción del enfermo con el médico y el equipo de salud, basada en la comunicación y la disposición para conseguir objetivos comunes, como son la prevención de enfermedades, preservación y recuperación de la salud, con rehabilitación y reintegración al núcleo familiar, social y en ocasiones laboral.
“El médico debe saber lo que hace, cómo lo hace y hacerlo siempre con amor”. Paracelso